sábado, 4 de junio de 2011

Nº 5 de Chanel



Gabrielle Chanel le dijo en una ocasión al creador Ernest Beaux que quería un perfume abstracto y único, que reflejase su personalidad. Aunque resulta paradójico, quería ofrecer a las mujeres una fragancia que resultase artificial, como un vestido. No una fragancia que al olerla se pudiese parecer al aroma de una rosa recién cortada, o a la fragancia del jazmín por ejemplo. Quería un perfume que fuese una composición.


         "Un perfume con olor a mujer"


La seducción intelectual era una idea que perseguía Chanel. Quería hacer que la composición abstracta y artificial del perfume contrastase con la belleza natural de la mujer.


Chanel creo un nuevo lenguaje en la manera de vestir. La elegancia y la sobriedad son las señas de identidad más destacables de este nuevo lenguaje. Se aleja del estilo tan recargado de la época y su fin último es que se recuerde a la mujer y no el vestido que llevaba.


En esta línea se propuso crear un perfume que fuese igual de innovador, algo único y absoluto, acorde al universo de Chanel.



Ernest Beaux creó el perfume en 1921 y se bautizó como Nº5  porque como muchos de vosotros sabréis, de todas las muestras que el perfumista mostró a Chanel, ella eligió la le mostró en quinto lugar.

En un principio era un producto que regalaba a sus clientas envasado en un frasco sobrio y muy masculino que aún hoy en día levanta pasiones. No tardó mucho tiempo en convertirse en uno de los iconos mas influyentes en la perfumería moderna.


Una de sus peculiaridades es que se trata de un perfume abstracto en el
sentido que no recuerda al olor de una flor en concreto pero sin embargo, cuando se huele representa claramente el prototipo de lo que debe ser un perfume floral.

En su composición se mezclan de manera osada productos naturales de alta calidad con elementos de síntesis química: los aldehidos. Fue el fruto de una mente con curiosidad científica para experimentar con lo nuevo pero sin dar la espalda a la tradición y a la excelencia del oficio de perfumista. El gusto por las cosas bien hechas.

En la salida nos encontramos con elementos clásicos como la bergamota, nerolí y la lavanda junto al grupo de aldehidos. El corazón tienen notas muy florales entre las que destacan el absoluto de jazmín de Grasse y de rosa, la nota verde que le otorga el lirio de los valles, el tórrido exotismo del ylang-ylang y el concreto de iris que le otorga una maravillosa nota empolvada. En la base nos encontramos con las notas más animálicas como el almizcle, el ámbar gris y la tintura de civeta, junto a la cremosidad que otorga el sándalo y otras notas de cuero, musgo de roble y cista.

La trascendencia de Nº5 es evidente. Continua siendo un best-seller de la perfumería y su imagen va unida a la distinción y a la elegancia. Se encuentra en distintas concentraciones y tiene una linea de cuerpo y baño muy amplia.

La publicidad de la fragancia me encanta, desde aquellos anuncios con una jovencísima Caterine Deneuve, pasando por el anuncio de Caperucita Roja hasta el último con Audrey Taoutou. Mi preferido sin duda el de Nicole Kidman dirigido por Baz Luhrmann.


  "De las pasiones del alma, la más noble es el entusiasmo" decía Chanel.
                                 Larga vida a Nº5.