Paul Lèger crea esta fragnacia en el año 1974. Se trata de un perfume de caballero sofisticado, elegante. Una sinfonía herbácea, tipo fougeré (helecho), una explosión de pachuli sobre una base de cuero de Rusia.
La masculinidad, sensualidad y refinamiento se destilan a partes iguales en esta creación.
Es una verdadera lástima que una fragancia de esta calidad, icono de la elegancia y del saber hacer de la firma francesa, languidezca frecuentemente olvidada en las estanterias de las perfumerias convencionales donde desgraciadamente suele quedar eclipsada por productos mass market avalados por cansinísimas campañas publicitarias y promocionados por actores, en el mejor de los casos, convertidos en mercenarios del marketing.
Imagino a monsieur Hubert de Givenchy con su musa Audrey Hepburn paseando por las calles de París una tarde otoñal, cenando juntos en un lujoso restaurante, hablando de futuros proyectos o repasando los asuntos del día. El aroma de ella, cómo no, " L´Interdit", tributo del diseñador Hubert de Givenchy a su amiga y musa. Perfecta combinación de la moda francesa de la época con la espontaneidad y frescura de una gran actriz de Hollywood.
Me gusta mucho, mi padre la usaba en su juventud y yo la uso en ocasiones.
Cuando la uso no puedo evitar pensar en la imagen de un hombre de negocios, recien afeitado, bien peinado y elegantemente vestido. Zapatos brillantes y abrigo. Desayunando en un céntrico y bullicioso café, leyendo la prensa del día.
Me veo a mi mismo en el vestíbulo de una importante sala de conciertos, esperando a que empiece la segunda parte de un concierto inolvidable acompañado de la persona a la que quiero, comentando lo bien que tocaba el solista de violín, la voz tan increíble que tenia la soprano o la maestría del director de orquesta.
Tras esto, una cena en el restaurante de moda de la ciudad, cava y bombones Godiva.
Ay..... esto es lo que tienen los buenos perfumes. Puedes imaginar tantas cosas, porque lo cierto es que en mi caso, comprar una fragancia de tanto en cuanto y difrutarla es lo más cerca del lujo que puedo estar.
La masculinidad, sensualidad y refinamiento se destilan a partes iguales en esta creación.
Hubert de Givenchy |
Imagino a monsieur Hubert de Givenchy con su musa Audrey Hepburn paseando por las calles de París una tarde otoñal, cenando juntos en un lujoso restaurante, hablando de futuros proyectos o repasando los asuntos del día. El aroma de ella, cómo no, " L´Interdit", tributo del diseñador Hubert de Givenchy a su amiga y musa. Perfecta combinación de la moda francesa de la época con la espontaneidad y frescura de una gran actriz de Hollywood.
Me gusta mucho, mi padre la usaba en su juventud y yo la uso en ocasiones.
Cuando la uso no puedo evitar pensar en la imagen de un hombre de negocios, recien afeitado, bien peinado y elegantemente vestido. Zapatos brillantes y abrigo. Desayunando en un céntrico y bullicioso café, leyendo la prensa del día.
Me veo a mi mismo en el vestíbulo de una importante sala de conciertos, esperando a que empiece la segunda parte de un concierto inolvidable acompañado de la persona a la que quiero, comentando lo bien que tocaba el solista de violín, la voz tan increíble que tenia la soprano o la maestría del director de orquesta.
Tras esto, una cena en el restaurante de moda de la ciudad, cava y bombones Godiva.
Ay..... esto es lo que tienen los buenos perfumes. Puedes imaginar tantas cosas, porque lo cierto es que en mi caso, comprar una fragancia de tanto en cuanto y difrutarla es lo más cerca del lujo que puedo estar.
No conozco este perfume, pero mientras leía tu descripción es como si mi sentido del olfato despertara a estas horas, abatido por el cansancio acumulado del día, y disfrutara de ese olor que mi imaginación le está mostrando.
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