Jacques Guerlain crea una de sus obras maestras a principios del siglo XX, en 1912 como un homenaje a la pintura impresionista de la que era coleccionista y gran apasionado.
París. La ciudad vive un momento de relativa calma, prosperidad e inocencia. Sus habitantes no pueden imaginar los horrores que están por venir y los tiempos tan complicados que se avecinan.
Para la creación de este perfume crepuscular, Jacques Guerlain se inspiró en el color del cielo de la ciudad de Paris en un atardecer de verano, tratando de captar la belleza y la dulzura del momento a través de una fragancia.
Las flores dulces, notas empolvadas, recuerdos de musgo y naturaleza nocturna predominan en este perfume. Más de cerca, puedes deleitarte con aromas que pueden trasladarte a un mercado de especias en la India recordando la sensualidad de Shalimar, pero hay algo anéstesico y tranquilizador en esta fragancia que te traslada a la calma y serenidad de esa hora crepuscular. Hoy en dia no es de extrañar que L´Heure Bleue sea considerado como un perfume nostálgico y algo meláncolico. Es uno de los perfumes más evocadores que conozco. Absolutamente femenino, quizás demasiado delicado para el ritmo de vida actual. Es un perfume adulto, enigmático e indescriptible. Para toda la vida.
L'Heure Bleue es un perfume dulce, aterciopelado, muy rico, con un toque floral especiado. En sus notas encontramos el clavel, la raíz de iris, responsable del toque empolvado de la fragancia y la vainilla, que te van envolviendo lenta y suavemente en un sugerente mundo de sensaciones. Los acordes se van desarrollando pausadamente, sin prisa. Tiene alguna nota chispeante como el anís que complementa su romántica nostálgia.
Con casi cien años de historia este perfume cuenta con una gran acogida entre el público medianamente entendido. Baste saber que celebrities como Julia Roberts, Liza Minelli, Isabelle Huppert o Su Majestad la Reina Isabel II de Inglaterra son incondicionales de esta fragancia.
El frasco es una imagen emblemática de la firma con su tapón en forma de corazón invertido inspirado en el Art Noveau francés.
Al finalizar la Primera Guerra Mundial, Jacques Guerlain creará otra de sus piezas magistrales, Mitsouko, que se podría decir que es la otra cara de la misma moneda.
Otro día contaré su historia.....
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